La culebrilla, o herpes zóster, afecta aproximadamente a 1 de cada 3 personas en los Estados Unidos a lo largo de su vida. Este riesgo aumenta con la edad, especialmente en adultos mayores de 50 años. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se estima que casi un millón de casos de culebrilla se diagnostican anualmente en el país.
La culebrilla es una erupción cutánea dolorosa que puede llevar a complicaciones severas, como la neuralgia posherpética, una condición que provoca dolor intenso y prolongado incluso después de que la erupción ha desaparecido.
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Para combatir esta enfermedad, la vacuna recombinante contra el herpes zóster, ha demostrado ser altamente efectiva. Los CDC recomiendan que todos los adultos sanos de 50 años o más reciban dos dosis de con un intervalo de 2 a 6 meses entre ellas.
Esta vacuna ha mostrado una eficacia superior al 90% en la prevención de la culebrilla y sus complicaciones. Además, se aconseja su administración incluso a aquellos que ya han tenido culebrilla.
La vacuna está disponible en la mayoría de las farmacias y consultorios médicos, facilitando su acceso para la población en riesgo. Es fundamental que los adultos mayores consulten con sus profesionales de la salud sobre la vacunación contra la culebrilla, especialmente considerando que la incidencia y la gravedad de la enfermedad aumentan con la edad.
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La prevención mediante la vacunación no solo reduce el riesgo de desarrollar culebrilla, sino que también disminuye la posibilidad de experimentar complicaciones dolorosas asociadas.