En una decisión que ha despertado debate en la comunidad científica, un panel asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) votó este 18 de septiembre a favor de dejar de recomendar la vacuna combinada contra sarampión, paperas, rubéola y varicela (MMRV) en menores de 4 años. En su lugar, se sugirió que los niños reciban las vacunas de manera separada: una para sarampión-paperas-rubéola (MMR) y otra para varicela.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!La votación terminó con ocho miembros a favor, tres en contra y una abstención. Aunque el cambio aún debe ser aprobado por la dirección del CDC, este tipo de recomendaciones suelen ser adoptadas por el organismo.
Los argumentos del panel
El comité señaló que su decisión se basó en el riesgo, aunque raro, de convulsiones febriles asociado a la primera dosis de la vacuna combinada en niños entre los 12 y 23 meses. Los expertos coincidieron en que estas convulsiones no tienen secuelas permanentes, pero pueden ser una experiencia traumática para las familias.
El doctor Cody Meissner, uno de los asesores, indicó que “se trata de episodios muy alarmantes para los padres, aunque no estén relacionados con problemas cognitivos ni de aprendizaje”. Según datos expuestos en la reunión, cerca del 85% de los niños en Estados Unidos ya reciben dosis separadas en su primera aplicación, lo que reforzó la postura del panel.
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Críticas y preocupaciones
Pese a la justificación oficial, varios especialistas han mostrado inquietud. No existen estudios recientes que respalden el cambio de esquema, y buena parte de la evidencia citada por el panel data de hace más de una década. Algunos profesionales advierten que modificar una política consolidada puede generar confusión en la implementación, afectar la cobertura de seguros y limitar la elección de los padres, quienes podían optar por la vacuna combinada para reducir el número de inyecciones.
A ello se suma la preocupación sobre la confianza pública en los programas de inmunización. Críticos señalan que alterar calendarios de vacunación por riesgos mínimos podría alimentar la desinformación y el rechazo a las vacunas en un momento en que la cobertura sigue siendo clave para evitar brotes.
El debate también está marcado por la figura del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por su pasado activismo antivacunas, quien renovó la composición del panel a comienzos de año. La medida, para algunos sectores, representa un giro en la política sanitaria que podría extenderse a otras inmunizaciones, como la hepatitis B, cuya aplicación en recién nacidos será discutida en próximas sesiones.
En medio de la controversia, la decisión de los CDC refleja un delicado equilibrio entre la seguridad percibida y la necesidad de preservar la confianza ciudadana en el sistema de vacunación infantil.