Una encuesta realizada ha demostrado la gran aceptación que tienen las vacunas por parte de los expertos de la salud en Latinoamérica, especialmente en la población pediátrica con enfermedades oncológicas. Siendo una afectación que se encuentra en estado crítico en la prevención de infecciones.
Los profesionales cuentan con un amplio conocimiento para asistir a los pacientes de oncología pediátrica, generando eficacia y seguridad en la estrategia de la situación clínica frente a la vacunación y una frecuente recomendación para esta población y familiares en la práctica diaria.
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El estudio fue publicado en la revista Vaccine, el cual incluyó encuestas electrónicas a 378 participantes de 20 países de la región. En su mayoría, estuvo integrado por médicos y médicas especialistas en oncohematología, infectología pediátrica y pediatría. La edad promedio rondaba los 44 años y poco más de 14 años de experiencia en la especialidad.
El 88,9 % de los encuestados reconoció que un paciente pediátrico con cáncer experimenta una elevada morbilidad asociadas a infecciones prevenibles con vacunas. El 89,2 % agregó que esta población no presenta un mayor riesgo de experiencias asociadas con la vacunación contra la influenza. Alrededor del 84,9 % manifestaron recomendar vacunas en la práctica clínica del día a día.
Guías de apoyo para la vacunación
La evidencia existente sobre el impacto que tienen las infecciones que son prevenibles por las vacunas es amplia, en especial en este grupo de personas con enfermedades oncológicas subyacentes o por la inmunosupresión asociada a tratamientos.
La importancia de las guías de vacunación para cada región cada vez es más necesaria, ya que en el estudio se evidencia que el 65,3 % asegura que reposa en alguna guía la decisión de vacunar a sus pacientes. La mitad manifestó consultar más de una.
Las guías más utilizadas en la región son las de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Estas son consultadas en un 42, 4 %, mientras que, los de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son del 35, 1 %.
Finalmente, en la diversidad de guías que existen no hay consensos en aspectos medulares para la práctica clínica. Sin embargo, existe la necesidad de generar nuevas guías y planes que estén adaptados al contexto regional que se vive actualmente y que se contemplen otras enfermedades.